Trigamba
Blanco creó numerosos prototipos como forma de exploración al universo de los asientos: sillas, sillones, banquetas, tumbonas. En sus estudios comparativos con piezas y corrientes internacionales establece un diálogo con la silla “First” (1983) de Michele de Luchi, perteneciente al boom italiano del movimiento Memphis. Dice Blanco en el libro “Diseño Argentino Permanencias” de 2019: “Ambas son formalmente despojadas pero con sus componentes, dispuestas en posiciones espaciales. Las patas de la Trigamba y el brazo-respaldo de la First son los elementos característicos, en esta se nota la posibilidad técnica de un país como Italia en la exigida soldadura del brazo y en el otro caso, la síntesis técnica, al usar tubo cuadrado en la Trigamba. En esta última silla agrego la posibilidad de sentarse hacia atrás (como es costumbre en algunos casos) ampliando su funcionalidad. En lo formal, el uso de elementos circulares o esféricos, de geometría rigurosa, le otorga una vinculación temática así como el uso de un color similar”
- Autoría — Ricardo Blanco
- Tipo de objeto — Silla
- Material y técnica — Fenólico y hierro
- Medidas — 44 x 50 x 78 cm
- Origen — Argentina
- Datación — 1980
- Condición — Original
Ricardo Blanco
DISEÑO TRANSFORMADOR
Emblema del diseño argentino, Ricardo Blanco (Buenos Aires, 1940-2017) revolucionó la concepción del mobiliario con su enfoque lúdico y conceptual. Inició su carrera como arquitecto en la Universidad de Buenos Aires y continuó como diseñador desde los años sesenta hasta consolidarse como figura indiscutible del diseño argentino.
Fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes, donde realizó publicaciones que promovieron al diseño como un arte mayor. A su vez, fue el curador de la colección de diseño que integra el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Trascendió las fronteras del país, proyectando su creatividad en piezas como la icónica silla Placa que es parte de la colección del museo LACMA (Los Ángeles) y MoMA (Nueva York). Actualmente integra colecciones públicas y privadas como Fundación IDA, el Museo de Artes Decorativas de París, entre otras.
Su labor extendió el diseño más allá de lo utilitario, incursionando en la escultura utilitaria y el diseño conceptual. Blanco no solo dejó un legado de innovación con sus obras, sino también a través de su compromiso educativo y cultural, compartiendo su conocimiento como profesor y curador, y contribuyendo significativamente a la formación de futuras generaciones de diseñadores en Argentina y Latinoamérica.
